A medida que el clima empieza a cambiar, es común cambiar las gruesas ropas de invierno por las más ligeras de primavera y verano. Sin embargo, si no cuentas con un depósito de alquiler o un plan de almacenamiento para almacenar tu ropa, puedes provocar que los armarios y cajones estén repletos y tu ropa pueda dañarse.
Guarda tu ropa de manera adecuada para tener una transición más fluida y sencilla cuando vuelvas a tener un cambio de estación. Esto también extenderá la vida útil de tu ropa almacenada. Para ayudarte con esta labor, en The Safe Storage Co. te mostramos 8 consejos para almacenar ropa de invierno que también se pueden aplicar al almacenamiento de ropa de verano.
1. Decide qué ropa debes almacenar
¿Qué cantidad de tu ropa de invierno no sueles usar? No tiene mucho sentido ocupar el espacio de almacenamiento en donde almacenar tu ropa con prendas que no tendrán uso cuando regrese el clima frío, especialmente si tu espacio es algo limitado.
Además, ser proactivo y seleccionar correctamente tu guardarropa de invierno hará que todo lo que guardes esté listo para su uso en el próximo cambio de estación. Comienza por establecer cuál será tu guardarropa y separa los artículos que están gastados, dañados y se puedan arreglar, dañados y que no tengan arreglo, los que ya no sean de tu estilo y los que ya no te quedan.
Deshazte de los artículos que se compraron en oferta hace años y que nunca se usaron. Cualquier prenda de vestir que consideres que no forma más parte de tu estilo es mejor agregarla a tu pila de “donaciones”. Trata de cumplir con la «regla de un año» al purgar tu armario, lo que significa que debes dejar de guardar cualquier artículo que no hayas usado en el último año.
Mientras haces espacio para guardar ropa de invierno, trata de encontrar tiempo para hacer lo mismo con todo el contenido de los armarios de tu casa. La limpieza del armario debe hacerse una o dos veces al año para que estos puedan cumplir con su labor sin ninguna perturbación. Puedes alquilar una bodega de almacenamiento para ayudarte con esta tarea.
2. Escoge lugares adecuados para guardar la ropa
La ropa no se puede guardar en cualquier lugar de su hogar. Idealmente, la ropa que se almacena durante meses debe mantenerse en un ambiente seco, con clima controlado y buena ventilación. La ropa almacenada también debe mantenerse alejada de las fuentes de calor y evitar ser expuesta directamente a la luz solar.
Lugares como el garaje o el ático no se recomiendan para almacenar ropa de invierno por algunas razones:
- Estas habitaciones son propensas al exceso de humedad y la condensación (que pueden causar problemas de moho y hongos).
- Por lo general, estos espacios no mantienen temperaturas estables. Esto ocurre especialmente en el garaje (temperaturas muy altas pueden hacer que la ropa almacenada se vuelva más quebradiza).
- Las plagas suelen adorar estas áreas del hogar.
A diferencia de estas habitaciones, el sótano es un buen espacio para guardar ropa de invierno si este no presenta problemas de plagas o humedad. Para mayor tranquilidad, puedes colocar un deshumidificador en el sótano o en cualquier habitación en la que se almacene tu ropa de temporada. Trata de mantener un nivel de humedad de entre 30-50%.
Si deseas evitar estos problemas por completo, en The Safe Storage Co. contamos con almacenes en renta que previenen el deterioro causado por exceso de humedad y fluctuaciones de temperatura. Además, en caso necesites de más control en la temperatura, un almacén con control climático puede ser ideal para ti.
3. Lava toda la ropa a almacenar
Una parte fundamental del plan de almacenamiento de ropa es lavar y secar las cosas antes de guardarlas, especialmente si se usaron con regularidad. Incluso si una prenda de vestir de invierno parece limpia, es una buena idea lavarla antes de guardarla durante unos meses.
Por un lado, las manchas de la transpiración pueden ser difíciles de ver al principio y volverse más visibles con el tiempo. Cuanto más tiempo permanezcan sin tratar, más difícil será eliminarlos. Por otro lado, los olores corporales y perfumes o colonias que permanecen en la ropa también se vuelven más difíciles de eliminar cuanto más tiempo permanezcan en la ropa.
También, tratar las manchas y los olores en tu ropa de invierno antes de guardarla minimiza la probabilidad de encontrar problemas de plagas. Los insectos, como las polillas del armario, se sienten atraídos por los aceites corporales, las células microscópicas de la piel muerta y los residuos de los alimentos que quedan en la ropa.
4. Reparar la ropa dañada
Para guardar tu ropa de invierno en las mejores condiciones posibles, te recomendamos dedicar algún tiempo a reparar y remendar las prendas que lo necesiten. Es posible que algunas prendas de invierno no se puedan reparar y debas desecharlas u optar por no guardarlas junto con las demás prendas con el fin de optimizar el espacio.
Si tienes habilidades de costura, la reparación de pequeños agujeros o cremalleras rotas debería ser algo sencillo de arreglar. Si no es así, siempre puedes contar con los servicios de una costurera o sastre.
5. Utiliza recipientes de plástico
Las cajas de plástico pueden ser muy útiles para almacenar tus cosas, al igual que las cajas de cartón. No obstante, algunas de las razones por las que debes guardar tu ropa en recipientes de plástico en lugar de cajas de cartón son:
- El cartón es más susceptible a la infiltración de plagas.
- Los contenedores de plástico proporcionan un sello hermético que evita la entrada de polvo y humedad.
- Si almacenas tu ropa en cajas de cartón durante períodos prolongados, pueden aparecer manchas blancas o amarillas en estas.
- Los contenedores de plástico son más resistentes y se pueden apilar de manera más segura que las cajas de cartón.
Es imperativo que cualquier ropa de invierno que se guarde en contenedores de almacenamiento esté completamente seca. Así como los recipientes de plástico impiden el ingreso de humedad, también mantienen atrapada la humedad existente en su interior. Esto puede provocar problemas desagradables de moho y hongos que pueden arruinar algunas de tus vestimentas.
Para evitarlo, no llenes tus contenedores hasta el punto en que se desborden, especialmente si almacenas algunas prendas de vestir hechas de fibras naturales. Es ideal que exista un poco de circulación de aire para que las telas respiren un poco.
Algunos consejos adicionales para guardar ropa de invierno al usar contenedores de plástico son:
- Etiquetar los contenedores para facilitar la búsqueda de tus prendas en tu hogar u almacén.
- Empaca la ropa más voluminosa en el fondo del contenedor y los artículos más livianos encima.
- Si los problemas de humedad son recurrentes en el lugar donde almacenas tu ropa, agrega paquetes de gel deshumedecedor en los contenedores para absorber el exceso de esta condición.
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6. Usa bolsas de ropa, no bolsas de lavandería
Si has llevado algún artículo a la lavandería para ser lavado en seco, asegúrate de sacarlo de las bolsas de plástico en las que esta los cubrió. El proceso de limpieza en seco en realidad implica el uso de productos químicos líquidos.
Si tus prendas no se han secado correctamente y permanecen envueltas en plástico que atrapa la humedad, sus telas se pueden dañar; desde tener manchas amarillas hasta formarse moho y hongos.
Para prendas especiales que desees se conserven lo mejor posible te recomendamos usar bolsas de ropa. Abrigos de invierno, trajes y otras prendas que no se usan con mucha frecuencia suelen ser las que más ventajas reciben al estar en este tipo de bolsas.
Además, una bolsa de ropa transpirable asegurará que estos artículos se mantengan frescos, sin arrugas y protegidos (tanto de las polillas como del moho y polvo).
7. Mantén alejadas las plagas
Existen medidas de protección adicionales que puedes tomar para mantener tu ropa almacenada a salvo de las plagas. Por ejemplo, pasar la aspiradora con regularidad en tus armarios o en donde almacenes tus prendas es un buen paso por el que empezar.
Los closets a menudo se pasan por alto cuando se realiza la limpieza del hogar y rara vez son incluidos en los días de limpieza profunda. Limpiar con regularidad tus guardarropas hará que sean menos propensos a acumular partículas de alimentos y otros elementos que atraigan a los insectos.
Las limpiezas frecuentes en estos espacios también pueden ayudarte a detectar los primeros signos de un posible problema de plagas, como insectos voladores y agujeros en la ropa.
Las bolas de naftalina son efectivas para repeler plagas, pero tienen dos grandes inconvenientes: su olor no es para todos y son un pesticida. Hay bolas de naftalina libres de químicos, pero ¿cuáles son otras opciones para mantener alejadas las plagas? Aquí hay algunas alternativas al uso de naftalina:
- Cofres de almacenamiento forrados de cedro
- Bloques, bolas y palillos de cedro
- Anillos de cedro que se adhieren a las perchas de ropa
- carteras de tela llenas de hierbas aromáticas secas (como lavanda, romero, clavo o tomillo)
Ten en cuenta que las bolas de naftalina, los productos de cedro o las hierbas serán menos efectivas para controlar las plagas con el tiempo a medida que pierdan su olor y potencia. Por lo que, si el problema persiste, puedes guardar tus prendas en una unidad de almacenamiento para ayudarte con el proceso de desinfección.
8. Dobla en lugar de colgar cuando sea necesario
Otro error de almacenamiento que puede provocar que la ropa se dañe es colgar cosas que realmente deberían doblarse. Como regla general, los tejidos de fibras naturales deben doblarse. Para otras prendas, considera lo siguiente:
Suéteres
Doblalos y colócalos en recipientes de plástico o bolsas para ropa. No coloques muchos suéteres en un recipiente, ya que podría formarse moho y hongos.
Abrigos de invierno
Cierra las cremalleras, abrocha los botones y dobla suavemente los abrigos de cuero, lana o piel sintética para que mantengan su forma. Si tienes un abrigo de piel de animal real, es mejor colgarlo.
Prendas delicadas
Retira las bolsas plásticas de limpieza en seco y colócalas en bolsas de ropa. Luego, cuelgalas.
Zapatos
Empaquétalos con papel de seda para ayudarlos a mantener su forma y guárdalos en recipientes de plástico.
Botas
Puedes usar periódico o algún elemento de plástico en cada bota para mantener su forma y evitar arrugas; guarda las botas a los lados en recipientes de plástico con un retazo de tela entre cada par.
Camisas informales
Doblalas o enróllalas para guardarlas en un contenedor de plástico.
Jeans y pantalones
Es mejor colgarlos durante largos períodos de tiempo que doblarlos con el fin de evitar arrugas difíciles de quitar a futuro.
Un lugar fresco y seco cumple con los dos factores más importantes para el almacenamiento de ropa. Busca un lugar ideal para guardarlas además del garaje o ático, ya que los cambios de temperatura en estos espacios pueden ser demasiado extremos.
Existen muchas opciones para guardar tu ropa de invierno, incluso cuando no tienes un armario adicional. Si tu colección de ropa contiene prendas de valor, considera alquilar una unidad de almacenamiento con control climático para que se mantenga siempre en las mejores condiciones posibles. No olvides prepararlas para el almacenamiento a largo plazo.
Con estos consejos puedes estar seguro de que tu ropa de invierno estará protegida durante el verano. Antes de guardar todo, recuerda guardar algunos conjuntos de invierno en un lugar de fácil acceso en caso el clima varíe inesperadamente.
En The Safe Storage Co. Brindamos el servicio de alquiler de depósitos para guardar cosas, de esta manera podrás mantener tus bienes protegidos y en una zona de fácil acceso para ti. Comunícate con nosotros si estás interesado en nuestras unidades de almacenamiento.